martes, 21 de julio de 2015

The Maze Runner

Maze Runner ( Correr o Morrir)
Ésta fascinante película relata en la circunstancias que se encuentra un grupo de jóvenes. Encerrados en un laberinto con muros altísimos, tienen que sobrevivir un largo periodo dentro, hasta lograr con la salida. En beneficio, obtienen una caja, que sube con alimentos cada treinta días.
Lo inesperado ocurre, la caja sube de nuevo, pero por última vez, contiene a una bella señorita, la única en todo el equipo, quien en su mano trae un mensaje que sorprenderá aun más a todos. Automáticamente de forma radical cambian la rutina de su área, entran en movimiento los paredones y comienzan los desafíos. ¿Quiénes son los que exponen a estos chicos? ¿con qué fin? Lo sabrán al final.
En principio, tiene demasiadas apariencias al film “Los juegos del hambre” por Gary Ross, desde su desarrollo hacia el fin; en el contexto, ambas se realizan en espacios verdes limitados, aunque con distintos materiales. También podemos agregar, que el dinamismo que se maneja en su transcurso es realmente atractivo y provocador; el enfrentamiento entre los participantes es ambicioso y en particular a algunos, los cubría el egoísmo.
Lo audiovisual no deja nada para decir, espectacular, se maneja con totalidad profesionalidad, precisamente con esa intensidad que hace que el espectador se asombre y quede atrapado en las maravillas de su creatividad.
La historia no termina, claramente es una saga, lo que al cierre le da suspenso, intriga e varios desconciertos.
En conclusión, para los apasionados por la fantasía, acción y el suspenso, es una excelente oportunidad, para alojar su tiempo y perderse en los ramales significativos de esta enorme aventura.


Ficha técnica: The Maze Runner - Estados Unidos/2014 
Dirección: Wes Ball
Guión: Noah Oppenheim, Grant Pierce Myers y T.S. Nowlin, basado en la novela de James Dashner
Fotografía: Enrique Chediak
Música: John Paesano
Edición: Dan Zimmerman
Diseño de producción: Mark Fisichella / Elenco: Dylan O'Brien, Kaya Scodelario, Thomas Brodie-Sangster,   Will Poulter, Patricia Clarkson, Aml Ameen y Ki Hong Lee
Distribuidora: Fox
Duración: 113 minutos
Calificación: apta para mayores de 13 años



jueves, 16 de julio de 2015

Ignorancia y Mente cerrada

Gobierno y el pueblo. Colectivo y el público. Mercado y consumidores. Servicios y clientes.
Por la mañana ubicada debajo de la parada de la 519ª (Chiclana 100 – Bahía Blanca), oigo una charla entre una señora de importante edad y una joven con su pequeño, quejándose por el  alto precio del colectivo, porque va a cualquier lugar de comida rápida y para uno solo se gastan  $150, porque las empresas que ofrecen servicios de luz, agua, gas y electricidad roban cantidad de dinero, pero lo más interesante de esta, fue cuando dijo “este gobierno de mierda, nos saca plata a lo loco” terminó con “mejor ni te digo cuánto cobro de jubilación”.  Más allá de que estaba bastante dormida, por dentro corrió un fuego que explotaba de escuchar tanta ignorancia y observar  una mente algo cerrada,  fue llamativo escuchar eso, teniendo ya, su amplio recorrido en la vida.
Aclaremos. Primero, el colectivo local más caro, tiene un costo de $7,60 lo que es justificable de alguna manera, por las buenas condiciones que tiene el mismo, a comparación de otros años y compañías. Segundo, sabiendo administrar la plata y buscando, hay buenos lugares para comer por no más de $60 y por menos se puede cocinar. Tercero, hay que admitir que en ciertos servicios los valores son bastante altos, aunque si nos abocamos al agua, es necesario destacar que no se paga lo que realmente vale.
Y por último, “el gobierno de mierda” le da la jubilación, como distintos planes para su progreso (PRO.CRE.AR, PROG.R.ES.AR, etc.). Si bien, no puedo  negar que tenga muchas cosas malas, así también tiene sus buenas. A veces hay que ser un poco agradecido y positivo y mirar hacia atrás y ver el desarrollo del país en tantos años. ¿No te gusta quién gobierna hoy? Justo! tienes suerte, en poquito tiempo existe la obligación de votar y con inteligencia por favor.
Y para el resto… la vida les regalo una hermosa mente para que la usen y vivan el día a día de una mejor manera. Todo depende de la actitud y cómo se gestiona, desde uno mismo. 

miércoles, 15 de julio de 2015

Una más



Nací un 16 de abril de 1995, domingo de pascua. Ese día por la madrugada cuando por razón natural llegue al mundo y abrir los ojos, me encontré rodeada de gente, familia. Al pasar del tiempo, parte de ellos se alejaron y otros nunca dejaron de acompañarme. 
Como todo, tenemos nuestras diferencias y parte de esas era mi cuerpo, para ciertos siempre fui gordita y no de las lindas, con un veneno importante, me tocaban, con fuerza y algo de asco, ese rollito que sobresalía de mi panza, me miraban fijo y en esa oscuridad me decían sos gorda. Dos por tres pasaba por mi cabeza ¿Se habrán mirado al espejo? Aunque prefería no aportar a eso.  Llegar a casa, no dejó de ser un infierno, observar a mi papá como todo macho, a lo viejo militar, tirar contra la pared cada plato de comida que hacía mamá por el simple hecho no le gustaba y oír ese degradable sonido de su voz que nos gritaba que no éramos nada y que no lo íbamos hacer, que el resto de nuestras vidas estaríamos debajo de sus brazos respondiendo a lo que él manda. Ver a la vieja no reaccionar, logró que me quedará callada por años.

11 años dedicándole tiempo a la escuela, así, con está vida y ni siquiera pude zafar de compartir ese lugar con personas malas, obviamente me aferre a los buenos, quiénes también de alguna manera pasaban por lo mismo.  En ese transcurso, no quería mi vida y menos mi cuerpo,  no sé cómo explicar lo que es mirarse al espejo con tanto odio y querer quitar con tus manos todo lo que no te gusta y les aseguro que es un tremendo sacrificio y desafío poder ponerse frente al espejo. Cada mañana que me preparaba para ir a clases, la ropa que más grande me quedaba la usaba, nada de cosas apretadas, en cuanto menos me vean, mejor, así menos me podían decir. Sin embargo, era  inevitable la gente habla por hablar y me fueron lastimando, sobretodo me deje lastimar, las dietas fueron grandes enemigas, me costaba  mucho todo y conocía qué era la bulimia, siempre lo supe y veía que había chicas que bajaban de peso vomitando, entonces empecé a hacerlo, día tras día, comida tras comida… Pensé que tal vez siendo más flaca me iba a sentir mejor y mi familia me iba a querer.  
¿Cómo fue que me di cuenta que no daba para más? Era invierno, cerca del mediodía, en vez de almorzar bien, me tome un té con unas pequeñas tostadas, estaba comiendo poco hace bastante, era hora de tomarme el colectivo, agarro mis cosas y salgo corriendo, llegue a la parada y vi el colectivo venir, a unos 8 metros de distancia de subir mi panza se revolvió y vomite cosas que ni había comido, subo, una señora asustada me pregunta éstas bien, le conteste que sí, que no se hiciera problema, mi panza no dejaba de hacer unos ruidos raros estaba más que vacía, llegue al colegio y no me podía sostener parada, una compañera me vio y me llevó hasta el baño y no deje de vomitar por un largo tiempo, era insoportable, vino desesperada la preceptora pensando que yo estaba embarazada y le conté como pude lo que pasaba. La directora, llamó a mis padres y solo llegó mamá muy sorprendida y muy decepcionada, me lleva al hospital y otra vez le tuve que explicar al médico que pasaba, me derivó al psicólogo, vamos a toda velocidad, llegamos y otro a quién contarle todo y me deriva a un nutricionista, por suerte no estaba, así que otro día, mejor.  Mi día termino en casa, siendo obligada a comer y vigilada por muchas miradas, iba al baño y se escuchaba la silla de mamá correr y sus piernas tras la puerta. Al otro día se olvidaron de todo lo que paso, como si nada hubiese ocurrido.  Así que otra vez estaba sola, cómo salir de eso con todo lo que implica vivir en mi casa, hasta que alguien se acercó y me dijo “Te pido que me des esa piedra que carga tu espalda, esa que te pesa, no te puedo prometer que todo cambiará, pero si te ayudaré a vivir de otra manera” y me susurró un te amo. Me aferre a ese amor, a eso que era distinto, veníamos bien, saliendo adelante, enfrentando espejos, personas, viejas heridas. Contribuyendo, me dice “mica una vez te dije ama a quien te rodea como a ti misma,” ¿Cómo podes amar al resto sin amarte? ¿Cuán verdadero es tu amor?  Una pregunta eterna que el resto de mi vida va a inquietar, pero que va a lograr que nunca me olvide de amarme.
Confirmación - Parroquia San Luis Gonzaga
Y seguí tratando, tras de él, buscando pisar sus pies, en una oportunidad realice un viaje a la Ermita de Saavedra y al despertar en el campamento la biblia me llamaba la atención, fui debajo de un árbol y la abrí en Proverbios capitulo 31, versículo 10 “Mujer Valiosa” otra caricia, otra demostración de amor.  Destacó de su lectura “Muchas mujeres demostraron lo que vales pero tú las superas a todas” reventé de pensamientos, digamos que fue todo lo que necesitaba para terminar de hacer el clic.
Entonces comencé a divertirme frente al espejo, haciendo caras locas, jugando con mi cuerpo, moviendo mis rollos haciendo que parezcan que hablaran con voces de algunos personajes y me reí tanto con otros, que me gusto, de a poco fui aceptando lo que era, lo que soy. Me quede con quiénes me hacían bien, con aquellos que buscaban su felicidad en la sonrisa de los demás. Cada vez me quise más y aunque el modo de vida de mi familia no cambio, fui aprendiendo a llevarlo sin que me afecte tanto.
Estoy parada frente al mundo, para demostrarle al que cae lo que vale, para decirle sos increíblemente hermoso, abrazarlo y susurrarle al oído cuánto lo quiero. No soy yo la que les sacara esa piedra que les pesa, pero intentaré guiarlos hacia quién si puede hacerlo.
Mi nombre es Micaela, tengo 20 años, viví la bulimia como una enfermedad que traspaso a mi cuerpo y viví el amor de Cristo como mi salvación.
Dios sostiene mi vida en sus manos y la guía con amor hacia la verdad.